El legendario músico Willie Colón agotó todas las entradas de su esperado concierto “Idilio Sinfónico” en el Coca-Cola Music Hall de San Juan, Puerto Rico. Este evento marcó un hito en su carrera y confirmó el cariño de sus seguidores boricuas. La velada abrió con la Orquesta Filarmónica de Puerto Rico, bajo la batuta del maestro Ángel “Cucco” Peña, recibiendo una calurosa bienvenida del público.
Previo a la presentación, Colón sufrió un episodio preocupante de hipertensión arterial que puso en riesgo su salud. Gracias a la rápida atención médica del Dr. Joselín Martínez y el Dr. Vinicio Almonte, su presión fue controlada para poder salir al escenario. El cantante no perdió tiempo: llegó directamente desde la clínica al recinto para iniciar el show. Durante la función, manifestó sentirse fuerte y en plenitud, logrando una conexión especial con su público.

Willie Colón expresó su profundo agradecimiento al equipo médico, resaltando que le salvaron la vida “en dos sentidos”. Su valentía y profesionalismo hicieron posible que el espectáculo se realizara sin contratiempos. El concierto fue una combinación magistral de la música tradicional y sinfónica, que emocionó a los asistentes y recibió elogios en medios de todo el mundo, así como numerosos reels y entradas en redes sociales.
Las primeras interpretaciones recorrieron la trayectoria de Colón, mientras en pantalla se proyectaban imágenes de su vida artística, desde los inicios hasta la actualidad. La producción, a cargo de Alexandra Fuentes y Juan Ward, ofreció canciones emblemáticas como Oh, ¿qué será?, Nueva York, Volar a Puerto Rico, Mi Sueño, China Cubana y Julia. También incluyó un emotivo medley de éxitos junto a Héctor Lavoe, con proyecciones en homenaje al legendario “Cantante de los cantantes”.
Uno de los instantes más conmovedores llegó con la interpretación de Idilio, en la que Colón compartió la historia de su colaboración con “Cucco” Peña. Recordó cómo, tras coincidir en un trabajo publicitario, surgió la amistad que lo llevó a producir un álbum en Puerto Rico, buscando un sonido auténtico y hecho en casa.
El cierre fue una celebración de clásicos como Sin poder hablar, Corazón guerrero, El gran varón y La Murga. Entre bromas sobre la coincidencia con un concierto de Bad Bunny, Colón agradeció la fidelidad de sus fans y culminó con un vibrante “¡Dios bendiga a Puerto Rico!”, provocando una ovación que retumbó en la sala.