Madrid despidió la 41ª edición de «Veranos de la Villa» con un homenaje a Celia Cruz en el centenario de su nacimiento.
Más de 1.800 asistentes llenaron el Auditorio Pilar García Peña para disfrutar de «Celia Vive», espectáculo protagonizado por la cantante cubana Lucrecia, quien encendió el escenario con orquesta en directo.
El repertorio incluyó clásicos inmortales como Quimbara, Bemba Colorá o La Negra Tiene Tumbao, piezas que mantienen viva la memoria de la “Reina de la Salsa”.
El concierto contó con el respaldo del Patrimonio Celia Cruz y se convirtió en el broche de oro de siete semanas de programación cultural en Madrid.
Veranos de la Villa reunió desde el 7 de julio más de 200 actividades de música, danza, cine, teatro y circo en distintos espacios de la ciudad.
Con este cierre, el festival reafirma su papel como uno de los grandes referentes culturales del verano español, capaz de conjugar tradición y nuevas propuestas artísticas.