El son cubano ha sido reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, al considerarlo una expresión esencial de la identidad musical y social de Cuba. La decisión de incluirlo en la lista de la UNESCO fue adoptada durante la vigésima sesión del Comité celebrada en Nueva Delhi, India.
El son nació a finales del siglo XIX en el oriente de la isla, especialmente en Santiago de Cuba y zonas rurales cercanas, como resultado del mestizaje cultural. Sus primeras formas combinaron cantos españoles, ritmos africanos y tradiciones campesinas, utilizando instrumentos como el tres, las maracas, el bongó y la guitarra.
Entre sus precursores figuran músicos populares anónimos y agrupaciones tempranas que transmitieron el género de forma oral, en fiestas, solares y celebraciones comunitarias.
A inicios del siglo XX, el son llegó a La Habana y ganó proyección nacional gracias a conjuntos que profesionalizaron su interpretación y difusión. Con esta declaración, la UNESCO subraya la importancia de proteger una tradición viva, que sigue evolucionando sin perder sus raíces históricas.

