Ismael Rivera


Nacimiento: 5 de octubre de 1931, San Juan, Puerto Rico. Fallecimiento: 13 de mayo de 1987, San Juan, Puerto Rico.
Ismael Rivera, conocido como “El Sonero Mayor”, fue una de las voces más emblemáticas de la salsa y la música afrocaribeña. Nacido en Santurce, Puerto Rico, su nombre se ha convertido en sinónimo de sonoridad auténtica, improvisación magistral y una conexión profunda con las raíces afroantillanas. Considerado uno de los vocalistas más influyentes del género, su legado artístico sigue vigente en la música latina a nivel mundial.
Desde joven, Rivera mostró una habilidad natural para la música. Criado en un ambiente humilde y rodeado de la efervescencia cultural de su barrio, comenzó a cantar en las esquinas de Santurce y a participar en agrupaciones locales. Fue allí donde desarrolló su estilo distintivo como sonero: espontáneo, rítmico y cargado de sentimiento. Su formación se nutrió del entorno callejero y del sabor popular de su comunidad, lo que le imprimió una autenticidad inigualable.
A mediados de los años 50, su carrera dio un salto importante al integrarse a La Sonora Matancera, una de las orquestas tropicales más prestigiosas de la época. No obstante, sería como solista cuando alcanzaría verdadera notoriedad. Con una voz cálida y flexible, una capacidad extraordinaria para la improvisación y una sensibilidad lírica fuera de serie, Ismael Rivera empezó a destacar en la escena salsera, convirtiéndose rápidamente en un referente del género.
En las décadas siguientes, trabajó con algunos de los nombres más influyentes de la salsa, como Tito Puente, Ray Barretto y especialmente Willie Colón, con quien formó una dupla histórica. Canciones como “El Toro Mata”, “Idilio” y “Que Manera de Quererte” consolidaron su estatus de leyenda viva. Su estilo, profundamente arraigado en la tradición afrocubana, fue decisivo en la definición del sonido de la salsa dura y en la afirmación de la identidad afrocaribeña dentro de la música latina.
A pesar de su éxito, Rivera enfrentó serios desafíos personales. En 1969, una condena por posesión de drogas interrumpió su carrera, llevándolo a prisión. Sin embargo, tras su liberación, regresó con fuerza al panorama musical y continuó siendo una figura respetada y admirada. Su autenticidad, su cercanía con el pueblo y su capacidad de emocionar desde lo profundo lo mantuvieron en el corazón de los fanáticos hasta el final de sus días.
Falleció con tan solo los 55 años, dejando tras de sí una huella imborrable en la historia de la salsa. Temas como “Las Caras Lindas”, “El Nazareno” y “A Bayamo en Coche” siguen resonando como himnos que celebran tanto la música como la cultura puertorriqueña. Su voz, su carisma y su espíritu de sonero continúan inspirando a nuevas generaciones, y su nombre se mantiene como símbolo de excelencia, pasión y raíz en la música afrocaribeña.