Larry Harlow


Nacimiento: 20 de marzo de 1939, Brooklyn, New York, USA. Fallecimiento: 20 de agosto de 2021, New York, USA.
Larry Harlow no era latino de nacimiento, pero pocos como él entendieron tan bien el alma de la salsa. Nació en el populoso barrio neoyorquino de Brooklyn, en una familia judía con vena musical, y desde muy joven se enamoró de los ritmos calientes que sonaban en los barrios neoyorquinos. Su apodo, “El Judío Maravilloso”, no fue solo un guiño a sus raíces, sino un reconocimiento a su talento inigualable como pianista, arreglista y visionario de la música latina.
En los años 60 ya se codeaba con gigantes como Tito Puente, Celia Cruz o Willie Colón, pero Larry quería dejar su propio sello. Lo hizo al formar su propia orquesta y, sobre todo, al convertirse en una figura clave de las Fania All-Stars. Allí, entre descargas, solos de conga y coros pegajosos, Harlow encontró su sitio como el cerebro musical que empujó la salsa hacia terrenos nuevos.
Su estilo era único: una mezcla de salsa dura con toques de jazz, armonías elaboradas y una energía contagiosa al piano. Fue un músico de escuela, sí, pero también de calle, y supo cómo traducir la técnica en emoción. Su colaboración con Cheo Feliciano en el disco Harlow’s Harem es ya historia grande del género.
Aunque también exploró la salsa romántica en algunos momentos, Larry siempre se mantuvo fiel al ritmo, a los metales afilados y a los arreglos que hacían mover el cuerpo y el alma. No era solo un músico: era un arquitecto del sonido, un artesano que pulía cada nota hasta convertirla en puro oro latino.
Su influencia no se quedó en los estudios ni en los escenarios: formó a generaciones de músicos, amplió el vocabulario sonoro de la salsa y demostró que la música es un idioma universal, sin importar el origen. Harlow no solo tocaba piano, tocaba corazones con cada descarga.
Falleció en 2021, pero su legado sigue sonando fuerte en cada esquina donde se escucha salsa de verdad. Larry Harlow fue, y seguirá siendo, uno de los grandes cerebros musicales que hicieron de la salsa una revolución sonora sin fronteras.