Frankie Ruiz


Nacimiento: 10 de marzo de 1958, Paterson, Nueva Jersey, USA. Fallecimiento: 9 de agosto de 1998, Nueva Jersey, USA.
Frankie Ruiz fue mucho más que una voz bonita sobre una base de timbales. Fue, sin rodeos, el alma de la salsa romántica. Nació en Nueva Jersey en 1958, pero su corazón —y su acento— eran puertorriqueños. Desde joven supo que lo suyo era cantar, y cuando se unió a La Solución, no tardó en convertirse en el centro de todas las miradas. Tenía un timbre único: melódico, rasgado, con una verdad que no se podía fingir.
Su carrera en solitario fue meteórica. En los 80, temas como La Cura, Mi Libertad o Desnúdate Mujer arrasaron en las radios, en los bailes, en las fiestas de barrio. Frankie tenía ese poder de decir lo que muchos sentían pero no sabían cómo poner en palabras. Y lo hacía cantando, sin florituras, con una intensidad que se colaba bajo la piel.
Pero Frankie no era solo artista, era también carne viva. Su vida personal fue una montaña rusa, con adicciones, líos legales y momentos oscuros que no se molestó en esconder. Al contrario: parecía cantarlos. Por eso conectaba tanto con la gente. No era perfecto, era real. Y eso, en la música y en la vida, cuenta más de lo que parece.
Aun con todos los tropiezos, nunca dejó de subirse al escenario. Cantaba con el alma hecha jirones, como si cada concierto fuera el último. Y así se ganó el cariño de varias generaciones, que aún hoy lo escuchan con una mezcla de nostalgia, alegría y emoción.
En 1998, con solo 40 años, se fue demasiado pronto. El hígado no aguantó, pero su música sí. Porque Frankie Ruiz no fue un cantante más: fue el tipo que convirtió cada canción en una historia que dolía y gustaba a partes iguales.
Y aunque ya no esté, sigue ahí: en cada pista de baile, en cada letra que habla de querer, perder y volver a empezar. Así es Frankie, el que cantó con las entrañas y nos hizo sentir que el amor —aunque duela— siempre vale la pena.